¡Feliz Hina Matsuri!
¡Qué tal! en Japón tienen un día especial para celebrar a las niñas este se llama Hina Matsuri, o también conocido como el festival de las muñecas, aunque el día oficial es el 3 de marzo hay muchas otras cosas que forman parte del festival que comienzan por los menos con 10 días de anticipación, más adelante profundizaremos en los detalles, por el momento nos basta contarles que el Hina Matsuri se trata de una festividad muy antigua con cierta influencia China en el que las familias con hijas colocan una corte de muñecas como plegaria para que estas crezcan con salud, las muñecas son una de las artesanías tradicionales que más representan al país nipón, antiguamente se fabricaban mano aunque a ellas la modernidad también las ha alcanzado y ahora puedes encontrar sets sencillos de menor costo.
Las familias japonesas con al menos una hija celebran el festival poniendo a la vista preciosas muñecas, estas van adornadas con vestidos semejantes a los de la antigua nobleza de Kioto y su séquito. Todos se colocan ordenadamente sobre una escalera (hinadan) cubierta de una alfombra roja (himōsen), mismas que una vez pasada la fecha deben retirarse pues se tiene la creencia que entre más tarden exhibidas más tardarán en casarse las pequeñas de la familia.
Es típico que los abuelos le regalen el primer juego de muñecas hina, y en muchas ocasiones estas son heredadas de madres a hijas, aunque en realidad algunas prefieren "modernizar los estilos" y tienen mucho de donde escoger incluso pueden encontrar personajes de Disney, Hello Kitty, Doraemon, o hasta Lego caracterizados con los trajes típicos.
Como buenos latinos seguro quedrán saber que se come en esta fecha y bueno pues aquí les enlistamos los postres que puedes probar con motivo de está celebración.
Hishimochi: Se trata de un mochi que recibe su nombre de su forma romboide.
Sakuramochi: Mochi con hojas de cerezo.
Hina arare: Pastelitos de arroz.
Manju: Pastelitos de arroz rellenos de pasta dulce frijol azuki.
Shirozake: Sake blanco dulce.
Ahora que conocemos esta tradición tenemos un pretexto más para abrazar, y pedir por el bienestar de nuestras pequeñas, no solo porque sean sanas también libres y felices.